Las billeteras digitales y su rol clave en la nueva normalidad

billetera digital

La nueva normalidad generó una serie de cambios de hábito que probablemente llegaron para quedarse. Naturalmente, el confinamiento obligatorio en los países en que se plantearon aislamientos preventivos hizo que el commerce pegue un salto importante.

Un estudio encontró que el 42% de los consumidores compran mucho más en línea, ya sea porque no pueden o no quieren hacerlo en tiendas físicas. Y un 33% dice que está comprando en tiendas online productos específicos que no necesitaría si no fuera por el coronavirus.

Un dato interesante surgido de la misma investigación es que, a nivel mundial, el 18% de los consumidores está comprando online por primera vez debido a la pandemia, lo que representa un volumen significativo de nuevos clientes potenciales a largo plazo.

Además, el 38% dijo que planea comprar más a través de internet luego que pase el temblor, y la conveniencia (65%) y el disfrute (42%) son las dos razones principales para esto. No obstante, el 41% también señaló que está limitando sus compras en línea por el temor al fraude, con lo cual será importante tener estrategias para aliviar estas preocupaciones.

Terreno fértil

Este impulso al e-commerce también allanó el camino para los pagos digitales, que hoy acaparan el centro de la escena, en la medida en que permiten acceder a bienes y servicios mientras dura el distanciamiento social. De hecho durante estos meses mantuvieron las economías en funcionamiento y ayudaron a las personas a reducir el contacto con el virus.

En realidad, el creciente número de smartphones ya había estimulado la adopción de soluciones de pago digitales antes de la pandemia, aunque el ritmo venía algo lento, particularmente en países con gran penetración de soluciones de tarjeta de crédito.

A fines del año pasado, un relevamiento dio a conocer que el pago a través de celulares en Argentina había saltado del 15,8% de 2018 al 36,5% en 2019; y se había cuadruplicado el número de personas que decían utilizarlo como principal forma de pago: del 0,7% al 4,3%.

Punto de inflexión

Las billeteras digitales y los diferentes métodos de pago sin contacto llegaron para quedarse, evolucionar y crecer. En la Argentina, la pandemia impulsó entre 120 y 800% la utilización de estas soluciones. Actualmente habría más de 6,5 millones de billeteras virtuales. Y se espera que para fines de 2020 sumen de 10 a 15 millones.

De cara a los individuos, las billeteras digitales permiten realizar pagos, transferencias y compras de modo simple e inmediato. También se pueden utilizar para abonar servicios y recargar el celular, entre otros.

Y a los comerciantes les ofrece un camino ágil para cobrar de manera electrónica e instantánea, con comisiones menores que las que exigen las tarjetas y menor inversión en dispositivos (no requiere lectora, únicamente se muestra imprime el código QR desde una tableta o teléfono inteligente) y habilitan los cobros mediante tarjetas de débito.

En esencia son plataformas basadas en tecnología que facilitan el acceso a distintos servicios financieros. Las aplicaciones se pueden descargan en el smartphone y los usuarios ingresan un número de cuenta bancaria o tarjeta asociada. O en su defecto las fintech les ofrecen la creación de cuentas digitales para operar.

Un informe encontró que el 76% de los consumidores que prefieren medios de pago electrónicos seguirá usando esta forma de pago cuando la pandemia quede atrás, en lugar de volver al efectivo.

Está claro que las e-wallets facilitan y simplifican los procesos de pago. Esta tecnología ya tiene una historia de éxito en otras naciones del planeta y todo indica que canalizará el grueso de las transacciones comerciales en todo el mundo a futuro.

En particular en América Latina, una región con una larga preferencia por el efectivo y donde casi la mitad de la población no está bancarizada, pueden cumplir un importante rol de inclusión financiera.

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